lunes, 26 de marzo de 2012

The Walking Dead y Nuestra Empresa Hoy


The Walking Dead y Nuestra Empresa Hoy

The Walking Dead sigue arrasando en todo el mundo y en España “Los Caminantes” como Serie televisiva… Y sobre todo por los debates internos en tomar decisiones sobre su relación entre humanos y ellos y la toma de decisiones. ¿Pero es ficción o los zombies es una realidad hoy en nuestras organizaciones y equipos de trabajo en todo Proyecto que abordamos? Analicemos este fenómeno ligado a la productividad.
Estamos en un Tsunami originado como alemán pero que nos inunda necesariamente a todos, y ello nos lleva a la disonancia que es, para entendernos cuando dos actitudes o creencias entran en conflicto. Un ejemplo lo tenemos cuando uno fuma aunque sabe que puede perjudicarle. El mundo laboral nos fuerza a llevarnos bien productivamente y crear valor con gente que ni siquiera nos gusta, lo cual requiere un tipo completamente distinto de educación, porque siempre estamos dispuestos a admitir que deberíamos aprender de nuestros propios errores, pero difícilmente estamos dispuestos a admitir que nos hemos equivocado.
Y aquí tenemos un dilema donde el sheriff Rick tiene que luchar en esa disonancia para sobrevivir en un modelo nuevo organizacional como proceso de “caminantes”, por lo de “walking”…Pero veamos que es un caminante y la metáfora sobre los que nos rodean con su comportamiento tóxico: A saber, un caminante no es dueño de sí, no genera nada positivo y desespera a cuantos atrapa en sus inmediaciones. Obtiene su sustento del engaño, es inmortal y contagia su insatisfacción y falta de motivación.
Así estos caminantes, en el negocio, no aplican la mínima energía en identificar las necesidades de sus clientes, en demostrarles que sus servicios pueden colmarles….., y sin embargo, le sobra energía para lloriquear que si el mercado está en crisis, que si la competencia, que si hoy tiene un problema o lo que sea….En definitiva, se ven incapaces de vender lo que les ha tocado, así que contagian a otros. Habíamos quedado que los caminantes son contagiosos.
Así que en los cafés con los compañeros, en sus reuniones de plañideras, el caminante jura que les cantará las cuarenta a su jefe, mientras otros contagiados le miran con admiración y se preguntan cómo este tipejo no está ganando tres veces más en otra empresa. Pero ojo, que estos caminantes contagian a su jefe también, quieres a su vez… Mejor no pensar en ello!!!
Siempre la gente ha preferido buscar excusas antes que soluciones. Me da escalofríos el pensar que pueda encontrarse un caminante cerca y sí que está ahí, acechando ¡!!

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