martes, 12 de junio de 2012
LA PALABRA: ¿Realmente comunicamos? ¿Rechazamos la información que no nos gusta?
La Palabra: cuantas veces, en el transcurso de cualquier conversación desaparece y se evapora, antes de que podamos enunciarla, la palabra justa, la que convenía y hubiera dado en el blanco. Por cierto, que ese hecho nos suele poner en atolladeros antes nuestros interlocutores.
Miraba estos días un clip que me llegó a través de las redes sociales sobre unos hipotéticos visitantes del espacio que llegaban con la intención de comunicarse con los de nuestro planeta Tierra ¡Craso error je je!!
Ya que observaron que hablar sin decir nada supone para los terrícolas más de las tres cuartas partes de su tiempo, expresando cuanto piensan sin más. Entre éstos rara vez se da el verdadero diálogo
Además observaron en los terrícolas que segregan monotonía, reiteración y tópicos, con la misma facilidad que la araña segrega sus hilos. Y ya cuando se cree culto, lo que segrega es puro discurso, glosa didáctica, que casi siempre resulta más molesta. Luego están los chismosos de lo cotidiano, que ayunando de toda imaginación se dedican a descubrirnos las minucias vividas todos los días. O sea que dentro del campo de la monotonía, los locos por lo vivido resultan con frecuencia difíciles de superar.
Y claro, estos descubrieron como no entre los terrícolas a los neuróticos del concepto, matemáticos de la nada, contradictorios profesionales que se agotan demostrando que sus falsas ideas son más verdaderas que las “ideas falsas de su interlocutor”. Y como no, en sus descubrimientos en la Tierra, no faltaban los esclavos de la obsesión que poseen a veces un mayor empaque y peso y sobre todo pasión, ahí reside la fuerza de la persuasión. Hasta que finalmente tenían que aparecer inevitablemente los monomaniacos de la política que quieren rehacer el mundo, muy a menudo en el ágora de la barra de las cafeterías….¡Hasta que abismos insondables del aburrimiento comunicando pueden llegar los terrícolas dijeron! Y se fueron…Pero ante todo, no debemos estar tristes por la incomunicación que todo se puede mejorar, así que paciencia y a ser feliz, que uno aprende a serlo cuanto entiende que estar triste es perder el tiempo!
¡Buenas vacaciones de verano!
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